Otro deprimente día fiscal: ¿puede impulsar la reforma fiscal?

Fachada del edificio federal del Servicio de Impuestos Internos en Washington DC.

Abril presagia dos hitos en el calendario financiero de los estadounidenses. Ninguno trae alegría. Su angustia nos recuerda la imperiosa necesidad de una reforma fiscal antes de que sea demasiado tarde.

El primer día es el Día de Impuestos, el 15 de abril, cuando debe presentar sus impuestos al IRS. El otro día es el Día de la Libertad Fiscal el 16 de abril. Este último es el día 104 del año, que representa cuando los estadounidenses, en promedio, pueden dejar de trabajar para pagar impuestos y comenzar a trabajar para mejorar sus propias vidas y promover sus objetivos económicos. Trabajamos el 30 por ciento de nuestros días sólo para pagarle al gobierno.

Esta marcada división del año entre ingresos para pagar al gobierno y para uno mismo arroja una luz reveladora sobre la carga tributaria. Estas sombrías fechas indican una necesidad urgente de reformar el régimen fiscal de gasto público excesivo que eleva los impuestos.

El dolor y la incertidumbre de un sistema federal progresivo de impuesto sobre la renta individual en constante cambio, con retenciones forzosas y pago o reembolso posterior, son destructivos. Estos costos distorsionan nuestra capacidad de prosperar.

Para minimizar estas cargas y distorsiones es fundamental que el gobierno federal gaste menos, reduciendo así la cantidad necesaria de impuestos. Y el sistema tributario debería simplificarse pasando a un impuesto sobre la renta uniforme y de base amplia. Con el tiempo, podríamos eliminar los impuestos sobre la renta y financiar nuestro gasto significativamente reducido con un impuesto sobre las ventas finales fijo y de base amplia, pero con demasiada frecuencia la política tiene prioridad sobre la prudencia.

Los estados sin impuestos sobre la renta personal, como Texas y Florida, a menudo muestran un desempeño económico más sólido, lo que subraya los beneficios potenciales de un modelo tributario basado en el consumo. El análisis de la Tax Foundation muestra que estos estados disfrutan de mayores tasas de crecimiento y atraen tanto a empresas como a residentes, lo que aboga por la eficiencia de un sistema fiscal menos gravoso.

A diferencia de los impuestos sobre la renta, un impuesto al consumo se alinea mejor con la volatilidad económica y las decisiones de los contribuyentes. Introduce un sistema tributario transparente y más simple, que contrasta marcadamente con el complicado código tributario sobre la renta actual, apoyando así una mayor libertad para elegir, mayores ahorros y un crecimiento económico más rápido.

Pero la inminente incertidumbre generada inevitablemente por las medidas tributarias temporales y el aparentemente interminable y excesivo gasto público exige atención.

Por ejemplo, las reducciones de las tasas del impuesto sobre la renta individual, la liquidación total de gastos y otras disposiciones de la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos (TCJA) de 2017 expiran durante el próximo año, lo que crea una nube de incertidumbre. Además, los déficits multimillonarios derivados del gasto excesivo provocan una mayor destrucción económica debido a tasas de interés más altas y menos inversión.

El impacto económico fue notable: la Oficina de Presupuesto del Congreso informó de un aumento en el crecimiento del PIB tras la implementación de la TCJA. Pero la incertidumbre que rodea su futuro frena las perspectivas económicas y las inversiones a largo plazo. Una reforma tributaria permanente, destinada a fomentar la estabilidad y el crecimiento, requiere un compromiso con la disciplina fiscal y una reevaluación de las prioridades de gasto gubernamental.

La naturaleza errática de tales políticas fiscales y de gasto erosiona la estabilidad crucial para la prosperidad económica. La incertidumbre, particularmente en torno a los impuestos, inhibe la inversión y la innovación. La previsibilidad es clave para la planificación estratégica y el crecimiento. Para los empresarios, la incertidumbre es un fuerte desincentivo. El panorama fiscal fluctuante presenta una barrera importante a la expansión económica.

Para abordar esta incertidumbre se requieren políticas tributarias permanentes orientadas al crecimiento y controlar el gasto público.

La dirección de la reforma fiscal debe ser doble: abogar por impuestos uniformes y de base amplia y defender presupuestos gubernamentales sostenibles. Este enfoque dual promete mejorar la libertad económica y sentar las bases para un crecimiento sólido, que también debería reducir el número de días hasta el Día de la Libertad Fiscal para que haya más dinero en nuestros bolsillos.

Reflexionar sobre el Día de los Impuestos y el Día de la Libertad Fiscal genera un debate más amplio sobre la reforma fiscal. Podemos imaginar una sociedad que valore la libertad, la paz y la prosperidad defendiendo políticas procrecimiento consistentes en un sistema tributario uniforme y simplificado y un gasto sostenible.

Disipar las incertidumbres fiscales y controlar el gasto público allana el camino para políticas económicas que fomenten, en lugar de obstaculizar, el florecimiento humano.

El camino hacia un sistema tributario más racional no es meramente fiscal; es un imperativo moral. Exige una defensa audaz y persuasiva de políticas que defiendan la solidez económica y al mismo tiempo adopten los principios de libertad y oportunidad.

Podemos inspirar un movimiento hacia una reforma económica genuina en este Día de los Impuestos abordando los desafíos que plantea el código tributario actual y abogando por un cambio hacia un mejor régimen fiscal con más días trabajando para nosotros mismos en lugar del Tío Sam.

Vance Ginn

Vance Ginn, Ph.D., es fundador y presidente de Ginn Consultoría Económica, LLC e investigador asociado de AIER. Es economista jefe del Pelican Institute for Public Policy y miembro principal de Americans for Tax Reform. Anteriormente se desempeñó como director asociado de política económica de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, 2019-20.

SIGUELO: @VanceGinn.

Reciba notificaciones sobre nuevos artículos de Vance Ginn y AIER.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *