Un bis sangriento

SI Si alguien hubiera pensado que el Bosque de los Cien Acres se trataba de tarros de miel y Tiggers saltarines, piénselo de nuevo. Winnie-the-Pooh: Sangre y Miel 2 se sumerge de nuevo en este retorcido universo con venganza, entregando una secuela que supera a su predecesor en todas las formas espantosas posibles. Esta película no es sólo un slasher, es un juego desenfrenado a través de recuerdos de pesadilla de la infancia.

Una secuela exagerada

Esta película promete derramamiento de sangre desde el principio, y vaya, lo cumple. Pooh ya no es sólo un oso amante de la miel, es un oso amante de la miel con una venganza. Junto a él, un cerdito homicida, un siniestro Tigger y un amenazador Búho conforman un elenco de personajes tan entretenido como terrorífico. Si el público vino a ver un oso asesino, entenderá eso y mucho más. En serio, hay muchos asesinatos.

Si bien la primera entrega preparó el escenario para esta morbosa reinvención de los cuentos clásicos de AA Milne, Sangre y miel 2 toma la corona de la secuela de mala calidad y la usa con orgullo. La trama es más salvaje, las muertes son más locas y los giros son más asombrosos que nunca. Los realizadores dejaron de lado la precaución y decidieron divertirse haciendo la secuela más exagerada imaginable y funciona.

humor retorcido

La película hace hábilmente guiños a las historias originales, al mismo tiempo que profundiza en el oscuro pasado de los personajes. El viaje de Christopher Robin desde la caza hasta el cazador es a la vez convincente y absurdamente entretenido. Scott Chambers ofrece una actuación destacada como Robin, capturando con aplomo la desesperación y lo absurdo de la situación de su personaje.

Lo que distingue a esta película es su aceptación sin complejos de lo absurdo. Sí, es una película de terror, pero también es una comedia de errores donde incluso las escenas más espantosas están salpicadas de momentos de hilaridad. Ya sea por la expresión inexpresiva de Pooh o la pura audacia de algunos de los asesinatos, hay un retorcido sentido del humor a lo largo de la película que hace reír al público incluso cuando se estremece.

Los fanáticos de Gore se regocijan

Winnie-the-Pooh: Sangre y Miel 2 es una película que sabe exactamente lo que es, una secuela gloriosamente basura que se deleita en su absurdo. Es una película que exige ser vista con un grupo de amigos, algunos bocadillos y la voluntad de suspender la incredulidad. Claro, no ganará ningún premio por su sutileza o matices, pero ese no es el objetivo de la película. El público viene por un oso asesino, y lo obtienen con creces, junto con un Tigger, un Piglet y un Búho asesinos. Deja de pensar en ello, toma el tarro de miel y prepárate para un paseo salvaje por el Bosque de los Cien Acres como nadie lo había imaginado antes.

DIRECTOR: Rhys Frake-Waterfield

REPARTO: Scott Chambers, Ryan Oliva, Lewis Santer, Marcus Massey, Eddy MacKenzie

VALOR E: 5

ACTUACIÓN: 6

ARGUMENTO: 4

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