¿Conseguirías un tercer pulgar? Prótesis robótica permite abrir botellas y recoger objetos con una mano

Las manos humanas han tenido 10 dígitos durante millones de años.

Pero parece que los científicos en el Universidad de Cambridge No creo que esto sea suficiente.

Los expertos han creado el ‘Tercer Pulgar’, una prótesis controlable que se fija al borde de la mano derecha.

Permite a los usuarios recoger objetos, abrir botellas de bebidas, examinar cartas e incluso pelar un plátano, todo con una sola mano.

En su estudio, los voluntarios humanos se acostumbraron rápidamente al dedo adicional, que podría «hacer avanzar nuestras capacidades motoras más allá de las limitaciones biológicas actuales».

Investigadores de Cambridge han demostrado que las personas tienen pocos problemas para aprender muy rápidamente a utilizar un tercer pulgar: un pulgar adicional protésico y controlable.

El estudio fue dirigido por Tamar Makin, profesora de neurociencia cognitiva de la Universidad de Cambridge, y publicado en Robótica científica.

El profesor Makin y sus colegas creen que el pulgar podría ser particularmente valioso para los amputados que, por ejemplo, han perdido un brazo y tienen dificultades para realizar tareas cotidianas con una sola mano.

«La tecnología está cambiando nuestra definición misma de lo que significa ser humano», afirman en su artículo.

‘Las máquinas se están convirtiendo cada vez más en parte de nuestra vida cotidiana e incluso de nuestra mente y cuerpo.

«Un área interesante para la tecnología futura es el aumento motor, que está diseñado para mejorar o ampliar las capacidades físicas de los humanos».

El tercer pulgar se usa en el lado opuesto de la palma del pulgar real de una persona y se controla mediante un sensor de presión colocado debajo de cada dedo gordo del pie o pie, que puede caber dentro de un zapato.

La presión del dedo del pie derecho tira del dedo protésico a lo largo de la mano, mientras que la presión ejercida con el dedo del pie izquierdo lo tira hacia los dedos y al liberar la presión lo devuelve a su posición original.

Permite a los usuarios recoger objetos, abrir botellas de bebidas, examinar cartas e incluso pelar un plátano, todo con una sola mano.

Los expertos creen que el dígito adicional podría «hacer avanzar nuestras capacidades motoras más allá de las limitaciones biológicas actuales».

En su estudio, el equipo evaluó a 596 participantes, con edades comprendidas entre tres y 96 años, a quienes se les dio hasta un minuto para familiarizarse con el dispositivo.

El pulgar se proporcionó en diferentes tamaños para que pudiera adaptarse a las manos de niños y adultos.

Los participantes realizaron dos tareas: en primer lugar, coger clavijas y colocarlas en una cesta y, en segundo lugar, manipular y mover cinco o seis objetos diferentes de espuma de distintos tamaños.

En general, el 99,3 por ciento de la muestra usó y controló con éxito el pulgar, encontraron los investigadores.

Y el 98 por ciento de los participantes pudo manipular objetos con éxito utilizando el tercer pulgar durante el primer minuto de uso.

Los adultos mayores y más jóvenes tenían un nivel similar de habilidad al usar el dispositivo, aunque una investigación más profunda solo dentro del grupo de edad de los adultos mayores reveló una disminución en el rendimiento a medida que aumentaba la edad.

El tercer pulgar se proporcionó en diferentes tamaños para que pudiera adaptarse a las manos de niños y adultos.

«Este efecto podría deberse a la degradación general de las capacidades sensoriomotoras y cognitivas asociada con el envejecimiento», afirmó el equipo.

«Además, estos efectos también podrían reflejar una relación generacional con la tecnología».

No está claro cuándo ni cómo los académicos podrían poner su dispositivo a disposición del público, ni cuánto costaría.

Pero esperan que «pueda allanar el camino para establecer un punto de referencia» para otros dispositivos «inclusivos» centrados en el ser humano.

«Las futuras tecnologías de aumento podrían tener una gran influencia en la sociedad y ser beneficiosas para muchas personas», escriben.

Los científicos revelan cómo los humanos acabaron con cinco dedos

Un estudio identificó dos genes responsables de la formación tanto de los rayos de las aletas como de los dedos humanos, lo que «establece claramente un vínculo molecular» entre ellos.

Pero los registros fósiles muestran que nuestros antepasados ​​eran polidáctilos, lo que significa que tenían más de cinco dígitos en cada mano, lo que ha dejado a los expertos preguntándose por qué solo tenemos cinco.

En 2016, los investigadores descubrieron que este importante cambio morfológico no ocurren mediante la adición de nuevos genes, sino a partir de una mutación que ocurrió dentro de ellos.

Después de que los primeros homínidos, que incluyen a todos los miembros del género Homo, comenzaran a caminar sobre dos piernas hace unos seis millones de años, la mano evolucionó con un pulgar más largo.

Pero los dedos permanecieron curvados, lo que sugiere que los árboles seguían siendo parte de su hábitat.

Esta «doble locomoción» -en el suelo, a través de los árboles- siguió siendo la norma durante otros cuatro millones de años.

Cuando nuestros antepasados ​​abandonaron sus puestos en los árboles, sus dedos comenzaron a enderezarse, abriendo el camino para la creación y el uso de herramientas.

«Las manos fueron liberadas de la locomoción en los árboles para que pudieran especializarse estrictamente en la manipulación», afirmó el investigador Manuel Domínguez-Rodrigo.

«Aquí es donde nuestro descubrimiento llena un vacío».

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