Los robos de cables de carga suponen un obstáculo más para el atractivo de los vehículos eléctricos
DETROIT— Poco antes de las 2 de la madrugada de una fría noche de abril en Seattle, una camioneta Chevrolet Silverado se detuvo en una estación de carga de vehículos eléctricos al borde del estacionamiento de un centro comercial.
De él se apearon dos hombres, uno de ellos con una linterna atada a la cabeza. Una cámara de seguridad los grabó sacando unas cizallas. Un hombre cortó varios cables de carga; el otro los subió al camión. En menos de dos minutos y medio desaparecieron.