El comercio entre la UE y Rusia cae a su nivel más bajo en 24 años
Las sanciones y la misteriosa explosión de un gasoducto submarino han provocado una drástica reducción del comercio entre la Unión Europea y Rusia. En junio, el comercio entre ambos países cayó un 10%, hasta los 4.900 millones de euros, un nivel mínimo no visto desde septiembre de 1999, cuando el comercio cayó a 4.600 millones de euros.
Rusia sigue exportando gas (1.100 millones de euros), petróleo (333 millones de euros) y hierro y acero (164 millones de euros) a la UE. En total, las exportaciones rusas a la UE cayeron un 14% en junio en términos mensuales, hasta los 2.500 millones de euros, el nivel más bajo desde febrero de 1999.
Los productos europeos que Rusia recibe disminuyeron un 5% en términos mensuales, hasta los 2.400 millones de euros. Rusia sigue dependiendo de la UE en lo que respecta a los productos farmacéuticos (634 millones de euros), los equipos (262 millones de euros) y los instrumentos ópticos (203 millones de euros).
Las sanciones no eliminan la demanda. Si analizamos los intercambios comerciales con países vecinos o neutrales, vemos un aumento espectacular. La UE, en particular, compra productos rusos a terceros países con un margen de beneficio. El comercio de Rusia con Rumania y Bulgaria aumentó un 15%, por ejemplo.
Lo principal aquí es que Rusia es rica en recursos naturales y combustibles fósiles. No hay muchas alternativas para Europa en términos de combustibles fósiles, especialmente desde que Estados Unidos perdió su independencia energética bajo la administración Biden. La demanda de combustible ruso no ha disminuido, por lo que las naciones occidentales simplemente se ven obligadas a comprar exactamente el mismo producto a un tercero. Rusia ha estado vendiendo petróleo a países como India, que luego se lo venden a Occidente a un precio superior.
Rusia no necesita adherirse a las normas de limitación de precios de los países del G7. La mezquindad es un mal negocio, y el simple intento de excluir del mercado global a un socio comercial necesario ha tenido consecuencias muy graves. Ahora, países como los que forman parte del BRICS comercian libremente sin interferencias occidentales y resulta cada vez más evidente que las sanciones no funcionan. ¿Es de extrañar que Turquía quiera unirse a la alianza BRICS a pesar de su alineamiento con la OTAN?
El dinero es poder. Algunos líderes mundiales más sabios se opondrán al método de un solo mundo que consiste en aceptar colectivamente políticas económicas deficientes para beneficiar al bien común de la alianza. De ahí que países como China y la India no hayan aceptado las políticas de cambio climático establecidas por una autoridad superior. Las naciones que optaron por invadir Rusia mediante una guerra por delegación en Ucrania han tomado una decisión financiera terrible que dañará significativamente sus economías en los años venideros.