El papel de las empresas chinas en la política del PCC – The Diplomat
En julio de 2024, un investigación conjunta entre The New York Times y The Wire China reveló las conexiones entre Xiao Jianhua, un empresario chino acusado de corrupción y soborno, y los negocios del famoso Jack Ma. En palabras de sus autores, esta obra “ofrece una visión en primera persona del capitalismo chino”.
Periodistas de The NYT y The Wire mostraron cómo los empresarios chinos comúnmente se ven presionados por las demandas e intereses del Partido Comunista Chino (PCC). Como dijo una vez Jack Ma: «Hago lo que me piden». [officials] Pídeme que haga”. Esta investigación también señaló la presencia de actores vinculados a las altas esferas del gobierno –por ejemplo, la hermana de Xi Jinping– en grandes empresas privadas chinas, un hecho que desdibuja los límites entre la clase empresarial y el poder político.
Puntos de vista similares han sido desarrollados en un reciente informe del think tank centroamericano Expediente Abierto, “Más allá de la Franja y la Ruta: impacto de las empresas chinas en Centroamérica”. Aunque este informe se centra en la realidad centroamericana y sus relaciones con China, los casos allí estudiados ilustran la delgada línea entre las empresas estatales y no estatales chinas y su papel en los objetivos estratégicos del PCC en Centroamérica.
Es bien conocida la instrumentalización de Huawei como parte de las operaciones de influencia transnacional del gobierno chino, por lo que su tecnología 5G ha sido suspendida en países como Australia, Canadá, y los estados unidos. Más recientemente, se ha llamado la atención del público sobre acusaciones en Estados Unidos contra TikTok y su propietario ByteDance -con sede en Beijing y supuestamente vinculado al PCC – que supuestamente ponen en peligro la privacidad de sus usuarios en los EE. UU. y más allá.
A pesar de esto, el público en general y los tomadores de decisiones a menudo están desinformados sobre los riesgos que implican las operaciones de empresas chinas menos conocidas. Un ejemplo es el internacional sanciones Facusado por la empresa estatal China Communications Construction Company (CCCC) por cometer malas prácticas durante la construcción de carreteras en Filipinas. También está el caso del Banco Mundial comportamiento contra China National Electric Engineering Company Limited (CNEEC) por su vínculo con operaciones fraudulentas mientras rehabilitaba la infraestructura eléctrica en Zambia.
El informe Expediente Abierto conecta las preocupaciones sobre el avance de China en la región centroamericana con un estudio crítico de ciertas empresas chinas, que generalmente no se consideran entre las principales portadoras de la influencia global del PCC. El informe aborda casos como Huawei y CCCC y analiza otras empresas chinas que incurren en prácticas perjudiciales para las economías centroamericanas, y que también se aplican en otras partes de América Latina y otros países del Sur Global.
Empresas chinas en Centroamérica
Al contrario de lo que podría pensarse, Centroamérica es hoy un importante receptor de la influencia china en América Latina, gracias a numerosos acuerdos comerciales (por ejemplo, el Tratado de Libre Comercio firmado recientemente). (TLC) entre China y Nicaragua – cooperación con los medios, y, en menor medida, la inversión en infraestructura. Aunque esto último ha sido sólo marginalmente significativo, Es extremadamente útil para el PCC a la hora de proyectar una imagen de sí mismo como benefactor regional y persuadir a los gobiernos a establecer relaciones con Beijing.
El papel de las empresas chinas ha sido fundamental en este empeño, pues son ellas quienes desarrollan los proyectos de infraestructura que prometen modernización y bienestar a los países centroamericanos. En la región, estas firmas han instalado operaciones desde el llamado Triángulo Norte hasta el istmo panameño, ejecutando iniciativas de diversa complejidad -no siempre con buenos resultados- que incluyen estadios, condominios, plantas potabilizadoras de agua, refinerías, puertos y centrales eléctricas. plantas.
Uno de los primeros proyectos de estas empresas fue el Estadio Nacional de Costa Rica, inaugurado en 2011 y construido por la estatal china Anhui Foreign Economic Construction Group (AFECC). Este proyecto sirvió como incentivo para que el gobierno chino alentara al expresidente costarricense Óscar Arias a acelerar la ruptura de vínculos con Taiwán y establecer relaciones con la República Popular China (RPC), en lo que algunos han llamado “diplomacia del estadio.”
China desplegó la misma estrategia en El Salvador, otorgando $500 millones en “inversión no reembolsable y no condicionada” poco después de establecer relaciones oficiales en 2018. Este paquete de inversión incluía la construcción de una biblioteca, un muelle turístico, una planta potabilizadora de agua y la promesa de construir un estadio. Si bien aún no se han logrado avances en el estadio, la biblioteca ya ha sido inaugurado, mientras que el muelle ha sido desarrollado por CCCC padre compañía, Compañía de Ingeniería Portuaria de China (CHEC).
Los principales riesgos
A pesar de los numerosos obsequios del gobierno chino y el interés mediático que han generado sus llamativos proyectos, la realidad es que Centroamérica tiene un saldo negativo en su relación con las empresas chinas. El informe de Expediente Abierto identificó sólo algunas iniciativas que impactaron positivamente a la región, como el proyecto Cañas-Bebedero planta de tratamiento de agua en Costa Rica, realizado por la empresa estatal China Tiesiju Civil Engineering Group (CTCE).
Por otro lado, el documento destacó la cancelación de proyectos como el refinería de soresco en Costa Rica –administrada por la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC)– o la Puerto de Contenedores Panamá Colón, desarrollado por las empresas privadas Shanghai Gorgeous Group y Landbridge Group.
Las empresas chinas, tanto públicas como privadas, han participado en prácticas controvertidas que plantean dudas sobre su eficiencia, capacidad técnica y apertura a la rendición de cuentas. Costa Rica volvió a estar en el candelero cuando, por ejemplo, la empresa encargada de construir el Estadio Nacional –que también fue contratada para un proyecto de desarrollo inmobiliario– fue acusada de ofreciendo sobornos a los cónsules de Costa Rica en Beijing para que permitan que más trabajadores chinos formen parte de esos proyectos.
Una historia similar se repitió en Panamá, cuando CHEC y su filial CCCC ganaron la licitación para construir el cuarto puente sobre el Canal de Panamá, luego de que personalmente el expresidente Juan Carlos Varela conoció con altos funcionarios de estas empresas.
También se han repetido actos de corrupción en proyectos de inversión supuestamente privados, como es el caso del cancelado recientemente Canal de Nicaragua. El empresario chino al que se había adjudicado la concesión de esta iniciativa, Wang Jing, fue acusado de obtener inversión fantasma a través de él, a pesar de que nunca se lograron avances significativos en el proyecto.
Está claro, por lo tanto, “que los intereses geoestratégicos de la República Popular China no podrían realizarse sin el apoyo y la colaboración de las élites centroamericanas, quienes, por diversas razones, facilitan la entrada y expansión de [Chinese] empresas en sus respectivos territorios nacionales”, concluye el informe de Expediente Abierto.
Este artículo se basa en una importante investigación publicada recientemente por el centro de estudios centroamericano Expediente Abierto. El informe completo (en español) es disponible aquí.