Ayudando a los paralizados a moverse – Healthcare Economist





La tecnología es asombrosa. De El economista:

Hace catorce años, Melanie Reid, periodista, se cayó de un caballo y se rompió el cuello. La lesión en su médula espinal la dejó paralizada, limitando la función de sus cuatro extremidades y su torso, una condición conocida como tetraplejía. Durante más de una década, su mano izquierda fue incapaz de sentir ni de moverse. Ahora, sin embargo, la señora Reid no sólo puede mover esa mano; también puede, como ella dice, practicar el “derecho a recogerme el pelo en una cola de caballo”.
La notable (aunque incompleta) recuperación de la señora Reid no requirió cirugía ni medicación, sino más bien ejercicio y electricidad. Ella fue una de los 60 pacientes de sitios de prueba en tres países que recibieron una nueva forma de estimulación de la médula espinal no invasiva, conocida como arcEX…

¿Cómo funciona la tecnología?

Los investigadores colocaron dos electrodos estimulantes en la parte posterior del cuello del paciente (por encima y por debajo del lugar de la lesión) y dos electrodos junto a la clavícula o la cadera para cerrar el circuito. Luego se aplicó una corriente a una frecuencia de 30 Hz, que los pacientes informaron haber escuchado como un zumbido interno. Luego continuaron con su régimen de ejercicio existente y completaron tareas para mejorar el movimiento y la fuerza de agarre.

https://www.nature.com/articles/s41591-024-02940-9

¿Cuáles fueron los resultados? Un artículo en Medicina de la naturaleza por Moritz et al. (2024) reporta eso:

El setenta y dos por ciento de los participantes demostraron mejoras mayores que los criterios de diferencia mínimamente importantes tanto para los dominios de fuerza como funcionales. El análisis de criterios de valoración secundarios reveló mejoras significativas en la fuerza de pellizco de la punta de los dedos, la prensión y la fuerza de la mano, las capacidades motoras y sensoriales de las extremidades superiores y aumentos autoinformados en la calidad de vida.

Para obtener más información, lea el Economista artículo o el artículo científico en Medicina de la naturaleza.



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *