Hong Kong está participando en la competencia tecnológica entre China y Estados Unidos: The Diplomat
A medida que el panorama geopolítico se vuelve cada vez más tenso, Hong Kong se está posicionando como un actor fundamental en la estrategia nacional de China y el desarrollo de semiconductores, particularmente para eludir los controles de exportación estadounidenses e impulsar la innovación tecnológica. Los recientes acontecimientos en las inversiones de Hong Kong en semiconductores de tercera generación ponen de relieve una estrategia deliberada para alinearse con los objetivos de China mientras se explotan las lagunas en las regulaciones estadounidenses.
La última inversión de Hong Kong en semiconductores
En mayo de 2024, el Comité de Finanzas del Consejo Legislativo discutido una importante inversión de 2.830 millones de dólares de Hong Kong (HK$) para establecer el “Instituto de Investigación y Desarrollo en Microelectrónica de Hong Kong”, centrado en semiconductores de tercera generación. Esta iniciativa incluye establecer una línea de producción piloto equipada con herramientas esenciales como equipos de litografía I-line, herramientas de desarrollo de fotoprotectores, implantadores de iones de alta temperatura, hornos de recocido de alta temperatura y herramientas de película delgada. La rápida aprobación de esta financiación, en sólo 84 minutos, se produjo a instancias del Secretario de Tecnología e Innovación de Hong Kong, Sun Dong.
Cuando los legisladores pro-Beijing le preguntaron si la tecnología en cuestión está prohibida por el gobierno de los EE. UU., Sun enfatizó que, afortunadamente, las herramientas de litografía I-line necesarias para la fabricación de semiconductores de tercera generación no están restringidas bajo los controles de exportación de los EE. UU. Por lo tanto, la financiación debería aprobarse rápidamente antes de que se cierre este vacío legal.
En otras palabras, Hong Kong busca desarrollar tecnologías que aún no están bajo un escrutinio estricto, alineándose con la estrategia más amplia de China para lograr la autosuficiencia tecnológica en medio de crecientes tensiones con Estados Unidos.
Comprensión de los semiconductores de tercera generación y las herramientas de litografía I-line
Las herramientas de litografía I-line son un tipo de equipo de fotolitografía utilizado en el proceso de fabricación de semiconductores. Estas herramientas utilizar luz ultravioleta con una longitud de onda de 365 nanómetros para crear diseños intrincados en obleas de silicio. Si bien la litografía I-line es una tecnología más antigua en comparación con la litografía ultravioleta profunda (DUV) y ultravioleta extrema (EUV), sigue siendo importante en la fabricación de ciertos tipos de chips. Estos incluyen semiconductores de tercera generación como el carburo de silicio (SiC) y el nitruro de galio (GaN), que se utilizan en aplicaciones de alto rendimiento pero no siempre requieren la resolución extremadamente fina que proporcionan las tecnologías de litografía más nuevas.
Estos semiconductores de tercera generación, principalmente compuesto Los materiales de banda prohibida amplia, como SiC y GaN, ofrecen ventajas significativas sobre sus homólogos de primera generación (a base de silicio) y de segunda generación (semiconductores compuestos). Estos materiales cuentan con mayor eficiencia, mayor estabilidad térmica y mayor densidad de potencia. haciendo Los hacen ideales para aplicaciones en vehículos eléctricos, sistemas de energía renovable y dispositivos de comunicación de alta frecuencia.
La decisión de centrarse en los semiconductores de tercera generación es una medida estratégica para que China y Hong Kong eludan los controles de exportación existentes en Estados Unidos. Al invertir fuertemente en tecnologías y equipos menos avanzados que aún no están sujetos a restricciones estadounidenses, Hong Kong está creando efectivamente un amortiguador contra posibles sanciones futuras.
Sun enfatizó la necesidad de aprobar rápidamente la financiación y las adquisiciones antes de que sea demasiado tarde, lo que refleja una profunda conciencia del volátil panorama de control de exportaciones y las políticas de la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Hay una sensación palpable de urgencia por establecer estas capacidades antes de que se puedan imponer más restricciones.
El plan tecnológico de Hong Kong y sus implicaciones estratégicas
Esta estrategia no es nueva. Ya en 2022, el Instituto de Investigación de Ciencia y Tecnología Aplicadas de Hong Kong (ASTRI) abogó por mayores recursos para atraer talento científico chino-estadounidense a Hong Kong, contribuyendo así al desarrollo de semiconductores de China. Ye Chenghui, director ejecutivo de ASTRI fijado“Las empresas de chips del continente pueden tener dificultades para contratar chinos estadounidenses en la actualidad. Si los chinos estadounidenses están dispuestos a establecerse en Hong Kong, estas tecnologías pueden traerse al país, representando los campos más avanzados y superiores, impulsando en última instancia todo el desarrollo nacional de semiconductores”.
Esto refleja un modelo operativo de larga data en el que China aprovecha estrategias nacionalistas y de frente unido para reclutar talentos chinos en el extranjero para promover sus ambiciones tecnológicas. En el caso de Hong Kong, la esperanza es que su sociedad y su economía –que, si bien están muy restringidas según la Ley de Seguridad Nacional de 2020, siguen siendo más libres que las de China continental– resulten más atractivas para la diáspora china.
Además, el establecimiento del Centro Nacional de Investigación de Ingeniería para Sistemas de Circuitos Integrados de Aplicaciones Específicas (sucursal de Hong Kong) en 2012, respaldado del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China, destaca una colaboración de una década de duración específicamente en semiconductores. Este centro se centra en la investigación en áreas como chips integrados 3D, semiconductores de tercera generación y chips de conectividad inalámbrica de bajo consumo.
Más información sobre el último discurso político de Hong Kong para 2024/2025 cementos su gran estrategia para convertirse en un centro internacional de innovación y tecnología. La ciudad ha esbozado un plan integral para impulsar su infraestructura de innovación, capacidades de investigación y reserva de talentos. El establecimiento del Instituto de Investigación y Desarrollo en Microelectrónica de Hong Kong es un componente importante de esta estrategia, cuyo objetivo es fomentar la colaboración entre universidades, centros de investigación y la industria para avanzar en las tecnologías de semiconductores de tercera generación.
Un pilar clave de esta estrategia es el Parque Tecnológico e Innovación Hong Kong-Shenzhen, ubicado en Lok Ma Chau Loop. Este parque está diseñado para integrar más profundamente a Hong Kong en el Área de la Gran Bahía, alineándose así con la estrategia de desarrollo nacional de China y al mismo tiempo conectándose más estrechamente con los mercados globales. Los primeros edificios del parque estarán operativos a finales de este año y ya se están realizando esfuerzos para atraer inversiones y talentos. El apoyo continuo del gobierno al desarrollo del parque, incluida la redacción de un libro blanco sobre desarrollo, subraya su importancia estratégica.
Además del parque, Cyberport está estableciendo un Centro de Supercomputación de IA para satisfacer las necesidades computacionales de las industrias e instituciones de investigación. Se espera que la primera fase de esta instalación esté operativa a finales de este año, y se prevé que el centro proporcione hasta 300 petaflops de potencia informática a principios de 2026, lo que equivale a procesar casi 10 mil millones de imágenes por hora. Esta iniciativa es parte de un plan de financiación más amplio de 30 mil millones de dólares de Hong Kong para apoyar el desarrollo de la IA en Hong Kong, atrayendo a empresas y expertos en IA a nivel mundial.
Un aspecto notable de la estrategia de Hong Kong implica aprovechar las oficinas de transferencia de tecnología de sus universidades. A partir del año fiscal 2024/2025, cada una de las ocho universidades subvencionadas recibirá hasta 16 millones de dólares de Hong Kong al año para mejorar sus servicios de transferencia de tecnología y expansión del mercado. Este enfoque sugiere una estrategia de doble uso en la que las instituciones académicas actúan como conductos para transferir tecnologías avanzadas, beneficiando potencialmente los objetivos estratégicos más amplios de China. La mínima supervisión y colaboración con instituciones internacionales genera preocupación acerca de que estas tecnologías eventualmente caigan en manos de las autoridades chinas, alineándose con los objetivos de fusión militar-civil del Partido Comunista Chino.
Conclusión
Actualmente, China está muy retrasada en la producción de chips de primera y segunda generación, principalmente basados en silicio, que son cruciales para la inteligencia artificial (IA) y las unidades de procesamiento de gráficos (GPU). Estos chips son la columna vertebral de la informática moderna e impulsan innovaciones en inteligencia artificial, big data y computación de alto rendimiento. La incapacidad de China para producir internamente estos chips avanzados la deja dependiente de la tecnología extranjera, lo que crea una vulnerabilidad estratégica. Si bien los chips de tercera generación ofrecen un crecimiento potencial, su capacidad para elevar la posición de China en la industria mundial de semiconductores sigue siendo incierta y requiere una observación cuidadosa.
A pesar de ello, son dignas de mención las inversiones estratégicas de Hong Kong en semiconductores de tercera generación e inteligencia artificial. Estas inversiones son una respuesta calculada al cambiante panorama geopolítico y económico. Al centrarse en tecnologías que aún no están fuertemente reguladas por controles internacionales, Hong Kong se está posicionando como un actor fundamental en la estrategia nacional de China para la autosuficiencia tecnológica. Este enfoque ayuda a eludir los controles de exportación de Estados Unidos e impulsa la innovación en áreas de alto impacto, alineándose con los objetivos de largo plazo de China. Las autoridades estadounidenses y las partes interesadas pertinentes deberían seguir de cerca la situación en Hong Kong.