Los lémures en la naturaleza se dan serenatas entre sí con un ritmo distinto, según un estudio, lo que sugiere que la capacidad de cantar evolucionó tempranamente en los primates
- Los investigadores afirman que las llamadas rítmicas del lémur podrían ser el origen de la música humana
- Los lémures Indris de Madagascar utilizan complejas llamadas rítmicas para comunicarse
Cantaron la famosa canción «Me gusta moverlo, moverlo» en la exitosa película Madagascar.
Ahora resulta que los lémures rítmicos podrían arrojar luz sobre nuestro propio amor por la música.
Según un nuevo estudio, el análisis de grupos de lémures cantantes puede revelar cómo evolucionaron los humanos para crear melodías.
Los Indris, conocidos como «lémures cantantes», viven en pequeños grupos familiares en la selva tropical de Madagascar y se comunican mediante canciones, similares a las de los pájaros y los humanos.
También utilizan vocalizaciones rítmicas, como llamadas de alarma, para alertar a los miembros de la familia sobre los depredadores.
Los investigadores dicen que las llamadas musicales de los ‘lémures cantantes’ de Indris (en la foto) o Madagascar podrían revelar cómo los humanos desarrollaron la capacidad de crear música.
El rey Julián podría haber hecho famosos a los lémures por su amor al baile en las películas de Madagascar producidas por Dreamworks (en la foto), pero estos lémures malgaches prefieren cantar a bailar.
Investigadores de la Universidad de Warwick descubrieron que los Indris tienen «isocronía» en su comunicación, donde el tiempo entre sonidos o notas es igual, lo que da como resultado un ritmo o tiempo consistente, muy parecido a la música.
Por ejemplo, en un patrón isócrono, cada nota o tiempo estaría espaciado uniformemente, como el tictac de un reloj.
Para el estudio, el equipo grabó las canciones de Indris y las llamadas de alarma en varias zonas forestales de Madagascar, siguiendo a los animales en libertad desde 2005 hasta 2020.
La autora principal, la Dra. Chiara De Gregorio, dijo: «Aislando las notas y los intervalos entre notas en 820 canciones de 51 lémures, calculamos las proporciones rítmicas para cada par de intervalos consecutivos».
El análisis reveló que la isocronía está presente en todas las canciones y llamadas de alarma, estableciéndola como un aspecto fundamental de la comunicación indri.
Los investigadores descubrieron que las llamadas de Indris presentaban notas espaciadas consistentemente en ritmos muy parecidos a la música.
Esto sugiere que elementos de las habilidades musicales humanas podrían haber evolucionado muy temprano en nuestro linaje de primates, ya en los monos del nuevo mundo, como los lémures.
«Este descubrimiento sitúa a los indris como animales con el mayor número de ritmos vocales compartidos con el repertorio musical humano, superando a los pájaros cantores y otros mamíferos», añadió el Dr. De Gregorio.
Estos resultados sugieren que elementos de los atributos musicales humanos evolucionaron temprano en el linaje de los primates, dijo el equipo.
Dado que las llamadas de alarma probablemente existieron antes que vocalizaciones más complejas como las canciones, la isocronía podría ser un ritmo ancestral a partir del cual evolucionaron otros patrones rítmicos.
La coautora, la Dra. Daria Valente, de la Universidad de Turín, afirmó: «Los hallazgos resaltan las raíces evolutivas del ritmo musical, lo que demuestra que los elementos fundamentales de la música humana se remontan a los primeros sistemas de comunicación de los primates».
Los hallazgos fueron publicados en Annals of the New York Academy of Sciences.