El colapso de una mina de oro en Mali deja más de 70 muertos

El colapso de una mina de oro en Mali deja más de 70 muertos

BAMAKO, 24 de enero de 2024 (AFP) – Más de 70 personas murieron la semana pasada tras el derrumbe de un túnel en una mina de oro de Malí, indicaron el miércoles a la AFP fuentes locales, en el último desastre ocurrido en una región propensa a los accidentes mineros.

Malí, que se encuentra entre los países más pobres del mundo, es uno de los principales productores de oro de África.

Las minas de oro son regularmente escenario de mortales deslizamientos de tierra y las autoridades luchan por controlar la extracción artesanal del metal precioso.

“Todo empezó con un ruido. La tierra empezó a temblar”, explicó a la AFP Oumar Sidibe, responsable de las minas de oro de la ciudad de Kangaba, en el suroeste del país, sobre el incidente del viernes.

“Había más de 200 mineros de oro en el campo. La búsqueda ha terminado. Hemos encontrado 73 cadáveres”, dijo.

El mismo número de víctimas lo dio un concejal local.

El Ministerio de Minas de Malí anunció el martes en un comunicado la muerte de varios mineros, pero no proporcionó cifras precisas.

El gobierno ofreció su “más sentido pésame a las familias afligidas y al pueblo de Malí”.

También instó a “las comunidades que viven cerca de las minas y de los mineros de oro a respetar escrupulosamente los requisitos de seguridad y a trabajar sólo dentro de los perímetros dedicados al lavado de oro”.

– Negocio peligroso –

La minería de oro en la región del Sahel es un negocio peligroso.

En febrero de 2022, al menos 59 personas murieron en el suroeste de Burkina Faso tras la explosión de una reserva de dinamita en una explotación minera artesanal de oro.

También se informan periódicamente de accidentes mineros en Guinea, Senegal y Mali occidental.

Malí produjo 72,2 toneladas de oro en 2022 y el metal contribuyó con el 25 por ciento del presupuesto nacional, el 75 por ciento de los ingresos por exportaciones y el 10 por ciento del PIB, dijo el entonces ministro de Minas, Lamine Seydou Traore, en marzo del año pasado.

Desde que asumieron el poder en 2020, los líderes militares de Malí se han comprometido a restaurar la soberanía y permitir que el país se beneficie de su riqueza natural.

En agosto adoptó un nuevo código de minería que permite al Estado adquirir hasta un 30 por ciento de participación en nuevos proyectos.

El gobierno ha dicho que la medida debería aportar al menos 500 mil millones de francos CFA (830 millones de dólares) al presupuesto estatal anual.

El sector minero de Malí está dominado por grupos extranjeros, incluidos Barrick Gold y B2Gold de Canadá, Resolute Mining de Australia y Hummingbird Resources de Gran Bretaña, que continúan operando a pesar de la inestabilidad política que ha plagado al país durante años.

Pero las minas artesanales también siguen floreciendo y atrayendo a miles de mineros de oro.

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