Lo que dice la entrada de Corea del Sur en Horizonte Europa sobre sus ambiciones científicas y tecnológicas – The Diplomat
Corea del Sur está en camino de unirse a la organización de investigación más grande del mundo. Este marzo, después de cinco años de preparación, el país del este asiático completó un acuerdo para ingresar a Horizonte Europa como miembro asociado. Horizonte Europa es el programa de financiación de 95 mil millones de euros de la Unión Europea para investigación e innovación.
Estado de miembro asociado permite a países como Corea del Sur contribuir al fondo y hacer que sus entidades de investigación soliciten financiación «en igualdad de condiciones con las entidades de los países de la UE». Además de Corea del Sur, otros 19 países, incluidos Canadá y Nueva Zelanda, también acordaron convertirse en miembros asociados, la mayoría de ellos estados europeos no miembros de la UE. En Asia, Singapur y Japón también están en proceso de negociar su afiliación.
El interés de Europa en Corea del Sur no es sorprendente dado el estatus del país como potencia científica y tecnológica. Corea del Sur ocupa el segundo lugar, después de Israel, en inversión en I+D como proporción del PIB. La ciencia y la tecnología han sido consideradas herramientas importantes para el crecimiento económico e industrial que llevó a Corea del Sur de ser un país colonizado y luego devastado por la guerra a una economía desarrollada exitosa. En otras palabras, el uso estratégico de la ciencia y la tecnología ha sido crucial para la transformación coreana.
Pero hay más en la nueva conexión de investigación entre Europa y Corea del Sur que estos antecedentes.
En el contexto de tensión entre China y Estados Unidos, tanto Corea del Sur como Europa están deseosas de encontrar formas de diversificar sus socios de I+D. La ciencia y la tecnología se han convertido en un área importante de preocupación entre estos dos gigantes. Apretada entre una alianza de seguridad con Estados Unidos y una profunda asociación económica con China, Corea del Sur se ha encontrado una vez más como un camarón presionado entre dos ballenas. Establecer vínculos fuera de China y Estados Unidos podría al menos disminuir esta presión. Es en este contexto que intensificar la colaboración con Europa se vuelve más atractiva.
Una segunda cuestión es la aspiración de Corea del Sur de pasar de las fortalezas tradicionales en tecnología a capacidades en expansión en ciencia básica. Las discusiones internas en Corea del Sur destacan que ha llegado el momento de que Corea cambie su paradigma de ciencia y tecnología para no sólo centrarse en el desarrollo económico, sino también prestar más atención a la ciencia básica y contribuir a resolver problemas globales.
Corea del Sur ha tenido una historia de éxito impresionante al combinar el desarrollo científico y tecnológico con la actividad económica. Como uno de los cuatro “tigres asiáticos”, en 2021 Corea del Sur fue recategorizado oficialmente como país desarrollado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Esta medida fue notable ya que la agencia de la ONU no había mejorado el estatus de desarrollo de un estado miembro desde su creación en 1964.
En medio de este éxito económico, han aumentado las voces que argumentan que Corea del Sur debería permitir que su sector de ciencia y tecnología madure, especialmente otorgando más apoyo y respeto a la ciencia básica.
En el Foro de Ciencia y Tecnología de 2023, el embajador de Ciencia y Tecnología de Seúl ante el Ministerio de Asuntos Exteriores, Shin Sung-chul, enfatizó que Corea del Sur debería encontrar formas de diversificar sus socios de colaboración global en ciencia y tecnología para incorporar a los países europeos y en desarrollo de una manera más sustancial. Señaló que es bueno para Corea del Sur revitalizar la investigación colaborativa con “países de ciencia básica”, como Suiza, Suecia y Austria.
Por lo tanto, Horizonte Europa podría proporcionar recursos y conexiones para ayudar a Corea del Sur a desarrollar su ciencia básica.
Estas consideraciones también están ligadas a disputas políticas internas. Una de las principales ha sido la enorme disminución de la financiación para la ciencia y la tecnología. En comparación con 2023, el gobierno redujo el presupuesto de I+D en un 14,7 por ciento para 2024. Esta fue la primera vez que los fondos gubernamentales asignados para I+D disminuyeron desde 1991. Incluso durante la crisis financiera asiática de 1997-98, el presupuesto de I+D de Corea del Sur creció como proporción del gasto. Para explicar esta impactante disminución, el gobierno afirmó que ha habido un cartel en el campo de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, esto no fue seguido por ninguna acción gubernamental que revelara quiénes son los principales miembros del cartel y qué planes se pueden seguir para disolver el presunto cartel.
La reducción de la financiación de I+D ha generado críticas de que Corea del Sur va en contra de las condiciones globales. Dadas las tensiones geopolíticas y la aparente necesidad de que los países amplíen el control de sus propias tecnologías, parece difícil justificar permitir que caigan los presupuestos de I+D.
A la luz de estas condiciones internas y globales, la entrada de Corea del Sur en Horizonte Europa podría ser bastante sensata. Horizonte Europa se centra en desarrollar conocimientos que puedan contribuir a la sociedad global. Unirse a Horizonte Europa puede abrir un nuevo capítulo para Corea del Sur (o para otros países asiáticos en un futuro próximo).
El énfasis de Horizonte Europa en la ciencia abierta significa que se comparten enfoques de innovación. Este intercambio puede ayudar al mundo a pasar al siguiente nivel a la hora de abordar los problemas globales. Una colaboración de este tipo puede ser un paso para llevar la ciencia y la tecnología más allá de las fronteras nacionales y, lo que es más importante, para animar las conversaciones sobre cómo la innovación puede mejorar nuestro mundo. Esto significa centrarse no sólo en la riqueza material o la seguridad nacional, sino también abordar la ética del avance de la ciencia y la tecnología y reafirmar el valor de la curiosidad, tanto por sí misma como para contribuir a la sociedad.